El calor nos afecta a todos, pero los bebés son más vulnerables con las altas temperaturas. Los adultos podemos pasar noches en vela los días más cálidos, pero sabemos bien cómo actuar, qué ropa ponernos o a cuántos grados poner el aire acondicionado si lo tenemos en la habitación.
Si tu bebé no duerme bien debido al calor, no debes agobiarte porque es algo ajeno a ti que no puedes controlar, aunque sí ayudarle a que pase mejor las noches y que pueda descansar no sólo él sino toda la familia.
Para saber si tiene calor, bastará con pasarle la mano por detrás de la nuca y comprobar si está demasiado caliente o si suda y le salen granitos. Pero también un bebé incómodo se despierta muchas veces por la noche y está intranquilo, por lo que sabrás enseguida que las temperaturas le están afectando.
Te contamos lo que debes tener en cuenta para mantener cómodo a tu bebé durante esta temporada de calor.
1.Temperatura adecuada de la habitación
La temperatura de la habitación sea la de los padres o la suya propia, debe ser la adecuada. No es bueno que esté demasiado fría ni demasiado caliente, sino una temperatura media de entre 22 y 24 grados.
Lo ideal para que el calor del día no caliente la habitación es mantener abiertas ventanas y puertas durante la noche y a primera hora de la mañana y cerrarlas y bajar persianas en las horas centrales.
2. Ropa de cama
La ropa de cama o cuna es importante. Un juego de sábanas de algodón 100% será suficiente, incluso si hace mucho calor y es demasiado pequeño aún bastará con la bajera y no necesitará la sábana ni el almohadón.
Muchas mamis se empeñan en arropar a sus bebés con miedo a que se resfríen si entra aire en la madrugada y eso más que aliviarles les agobia porque ellos se mueven mucho y no necesitan nada encima.
3. Vístele con ropa cómoda
La ropa con la que le acuestes, además de ser de tejidos naturales para facilitar la transpiración como es el algodón, es mejor que no tenga botones en el lado donde reposa y que las costuras sean planas. A veces, basta con un body o una camiseta interior con el pañal.
4. Evita corrientes de aire directas
Si tienes aire acondicionado enciéndelo un rato antes de acostar al bebé para refrescar la habitación, pero nunca lo dejes toda la noche ni de forma que le dé directamente ya que podría resfriarse y secarle las fosas nasales y la garganta.
5. Mucha hidratación
Mantener al bebé hidratado, tanto con el pecho si aún está con la lactancia materna como con un biberón de agua, es muy importante para que no sufra un golpe de calor o una deshidratación. Debes darle líquidos con frecuencia durante el día y por la noche.
6. Un baño con agua tibia
La hora del baño preferida para muchos bebés es antes de acostarse porque les relaja y ayuda a descansar. Si tu costumbre es hacerlo por la mañana, en verano o los días de mucho calor no te importe hacerlo también por la noche, antes de meterle en la cuna o la cama.
Lo mejor es un baño con agua tibia, que no esté demasiado fría ni caliente, porque así la temperatura de su cuerpo bajará y no notará más calor al salir. Si lo haces con agua más fría, la sensación de calor aumentará cuando le saques de la bañera.
Si tu bebé no duerme bien por el calor, intenta ayudarle siguiendo estos consejos y al menos conseguirás quedarte tranquila y evitar que las altas temperaturas le tengan agotado todo el día por no descansar bien, aunque otra opción es que os vayáis a pasar las vacaciones a un lugar fresquito.